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Historias PetsGo
Jesus Enrique Araujo Almeida
Por diversas razones hace 5 años nos tocó dejar nuestro país y mi hija Suki – una Golden – no cabía en la maletas, pero luego de que nos estabilizamos teníamos el compromiso de traerla con nosotros.
Decidí buscar información. Tarea bien difícil, envié al menos 20 correos y solo dos respuestas automáticas y nada más. Posteriormente, en el instagram vi un post de PetsGo y escribí. Me respondieron inmediatamente y el feeling fue inmediato, comenzamos el proceso de fechas, precios y todo lo que envolvía al viaje de Suki. Desde el primer contacto les hice saber que no tenía a nadie que me ayudara con nada; que necesitaba desde asesoría, ayuda e incluso una mano amiga. Su respuesta siempre fue: Tranquilo, te ayudaremos. El servicio fue excelente desde el primer contacto, seriedad y calidad humana que era lo que quería, no solo una empresa de transporte, era a mi viejita Suki a quien quería traer. Ella estaba muy desmejorada de salud ya que la persona que le atendía en Venezuela pasaba por muchas necesidades y el dinero que enviaba para su comida era destinado para la supervivencia de esa familia.
PetsGo trasladó a la veterinaria quien evaluó, inyectó, cuido y mejoró a Suki en menos de un mes. Mi mamá y mi suegra dicen que ella sabía lo que hacía, porque la recuperación fue enorme. No tenía Kennel, así que en PetsGo me fabricaron uno. No tenía cómo trasladarla desde Guarenas, y ellos consiguieron el transporte. Suki no tenía dónde pasar la noche antes del viaje…ella fue hospedada, por eso digo que PetsGo lo hizo todo. Su calidad humana y entrega no tienen precio hoy gracias a Dios y a PetsGo puedo recuperar el tiempo con Suki y darle sus últimos años de vida con calidad y mucho amor. El cambio fue radical, venir de años sin comer bien, a una temperatura de 40 grados en Guarenas a Calgary (Canadá) con temperatura de -40 y Suki como si nada. Ver caminar al lado del monopatín de Benjamin o la emoción de Leonardo al verla mover su rabito eso no tiene precio.
Gracias a PetsGo. Dios bendiga su trabajo, siempre agradecidos por hoy tener a Suki con nosotros.
Belén Andreína Veliz
Desde hace 2 años que vivo en Madrid, me fui con mi novio, sin mi familia y sin Chuno. Para mí fue bastante difícil estar lejos, no solo de mi familia, sino de mi «hijo canino», por eso empecé a investigar acerca de todas las empresas que se encargan del viaje al exterior de las mascotas y mi miedo era que Chuno es braquicéfalico, es «chatico» y todas las empresas me decían que no se hacían responsables de él, que se podía asfixiar, ciertas líneas aéreas no lo aceptaban, que lo tenían que anestesiar, y yo no quería hacerlo por las consecuencias.
Casi desistiendo, llegué a las profesionales manos PetsGo quienes, además de encargarse de todo el papeleo necesario y transmitirme toda la calma del mundo, me dijo que no había ningún problema con el hecho de que Chuno fuese braquicéfalico y que NO lo iba a anestesiar. De hecho, en todo momento se hicieron responsables de Chuno y me mandaron fotos de todo el proceso: Desde buscarlo a mi casa como todo un rey, hasta su chequeo en el aeropuerto. Lo bañaron el día anterior, lo dejaron bello, al día siguiente lo buscaron y salieron a pasear lo suficiente como para que durmiera de forma natural durante el viaje.
Recibí a Chuno en el Aeropuerto de Barajas, proveniente de Caracas, de un vuelo de casi 9 horas, y ¡ llegó feliz a mis manos! Nunca imaginé ser tan feliz al abrazarlo y saber que estaba perfecto, lo extrañaba muchísimo, en serio las mascotas son como hijos y yo lo necesitaba para seguir mi proceso de adaptación en España.
Me vió y al principio estaba como orgulloso jajajaj, me imagino que pensaba: «Ajá, ¿ tú crees que después de dejarme un año te voy a querer?» ¡Y Sí! Al rato empezó a lamerme y yo le dije: «Te cumplí lo que te prometí, jamás te abandonaría».
Ahora salimos felices juntos, mi novio, Chuno y yo como una gran familia, a conocer los mejores parques de Madrid y de verdad que lo que hago es recomendar a Pets Go por su especial trato, y sobre todo, por responder a todas las preguntas que les hacía con tanta ansiedad. ¡Son los máximo!
Carolina Alcalá
El viaje de Enya hace casi un año. Gracias a la gente de PetsGo tuvimos una experiencia maravillosa. Mi esposo y yo nos vinimos a vivir a San José (Costa Rica) y dejamos a Enya un mes con sus abuelos perrunos ( mis papás) mientras nos estabilizábamos aquí. PetsGo en ese mes se encargó de realizar las gestiones correspondientes para el traslado de Enya, nuestra perrita Beagle.
Salió de madrugada desde Maiquetía y arribó a San José a media mañana, aquí la fuimos a retirar a la aduana, pues aquí se necesita un agente aduanal, así lo exige este país para poder ingresar a cualquier mascota. La esperábamos ansiosos con mis sobrinos y su alegría al vernos fue inmensa. Nosotros estábamos felices y agradecidos.
Enya sigue tan consentida como siempre, nosotros disfrutándola todos los días.
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